Los líderes del Grupo de las 20 (G20) expresarán su preocupación por el deterioro de la situación de la deuda que enfrentan algunos países vulnerables de renta promedio y pedirán a los acreedores oficiales y privados que respondan rápidamente a las solicitudes de tratamiento de la deuda.

Los líderes del Grupo de las 20 (G20) expresarán su preocupación por el deterioro de la situación de la deuda que enfrentan algunos países vulnerables de renta promedio y pedirán a los acreedores oficiales y privados que respondan rápidamente a las solicitudes de tratamiento de la deuda.

Un borrador de la declaración de los líderes del G20, al que tuvo acceso Reuters, incluye un lenguaje mucho más contundente sobre las cuestiones de la deuda y reconoce que los problemas se extienden mucho más allá de las naciones más pobres.

El borrador subraya la importancia de que todos los acreedores oficiales y privados participen en el alivio de la deuda y asuman una carga justa. Pero no menciona a China, quien es criticada por los países occidentales y las instituciones financieras internacionales por retrasar los esfuerzos de reestructuración de la deuda.

Los líderes afirman que intensificarán los esfuerzos para aplicar el Marco Común para el tratamiento de la deuda de forma “predecible, oportuna, ordenada y coordinada”, según se señala en el proyecto.

Este marco fue creado tanto por el G20 como por el Club de París de acreedores oficiales a finales del 2020 para ayudar a los países de bajos ingresos a capear la crisis ocasionada por la pandemia de Covid-19.

Sin embargo, los resultados han resultado esquivos y solo tres países (Chad, Zambia y Etiopía) solicitaron formalmente el tratamiento de la deuda en el marco.

Los líderes del G20 también acogieron con satisfacción el acuerdo sobre la deuda alcanzado por los acreedores de Chad y alentaron la conclusión oportuna de un tratamiento de la deuda para Zambia a principios del 2023.

También alentaron la conclusión de un tratamiento de la deuda para Etiopía en el marco de un programa apoyado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los dirigentes del FMI y del Banco Mundial, junto con funcionarios de Estados Unidos y otras potencias occidentales, presionan sin éxito para ampliar el marco del G-20 a fin de incluir a los países vulnerables de renta media, pero ese esfuerzo es bloqueado por China, quien es ahora el mayor acreedor soberano del mundo.

Por primera vez, el borrador de la declaración reconoce la gravedad de los problemas de deuda a los que se enfrentan los países de renta media, en lo que, según expertos, es una clara referencia a Sri Lanka, país que alcanzó un acuerdo a nivel de personal con el Fondo a principios de septiembre pero que necesita obtener garantías de financiamiento por parte de múltiples acreedores para asegurar los desembolsos, como China y Japón.