No hay un avance sobre los proyectos de ley pendientes de aprobación en el Congreso que son para la ejecución de proyectos de obras públicas. Estamos en un momento complicado por el problema político que se metió en el medio de la situación económica, expresó el presidente de la Cámara Paraguaya de la Construcción (CAPACO), Daniel Díaz de Vivar.

“Realmente estamos muy preocupados, porque nuestro problema de falta de aprobación presupuestaria pasó a segundo o tercer plano. Hoy están los parlamentarios es una pelea política y está afectando mucho a la parte económica”, enfatizó.

Para el gremio la situación es más crítica porque no se avizora una solución inmediata, debido a que se esperaba una aprobación de los dos proyectos de Ley para el mes de julio y no se dio. Se trata de un préstamo de la Corporación Andina de Fomento (CAF) remitido al parlamento en abril de este año, y de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) remitido en junio.

Ambos créditos pendientes de aprobación son de 200 millones de dólares cada uno, que servirán para pagar una parte de la deuda acumulada con las contratistas, por certificado, que incluso se han generado hace más de un año.

La gran preocupación se debe a que, desde el momento de la aprobación, hasta la ejecución del crédito lleva un trámite de aproximadamente 90 días, para que el dinero llegue a las empresas. Es decir, si no se aprueba lo antes posible se cerrará el año sin que las empresas puedan cobrar.

“Esperamos que en esta primera semana de agosto se pueda solucionar, ya que si continua esta incertidumbre política, no sé cómo vamos a salvar la situación, porque hay una falta de liderazgo político dentro del parlamento que pueda ayudar a diferenciar la pelea política de la parte económica”, enfatizó Diaz de Vivar.

“Entendemos que hay problemas políticos, pero también hay un Paraguay que necesita trabajar para salir de la inflación que tenemos hoy, sinceramente estamos preocupados”, precisó.

Añadió que hay varios proyectos que inclusive pueden parar si es que no se efectivizan los pagos de créditos atrasados, sumado a los que ya están parando.

De hecho, la última medición realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) alrededor de 40.000 empleos se perdieron en el sector de la construcción, y si la situación actual no se revierte se podría para fin de año se podrían perder otros 40.000 empleos.