La proyección de inflación para el 2021 se ajustó de 6,7% a 7,1%, al tiempo que, para el 2022 el pronóstico es de 4,5%. 

En el cuarto trimestre, los precios siguieron siendo afectados por choques de oferta, principalmente concentrados en los bienes de alimentación y de energía. Esta situación, prominente durante la primera mitad del cuarto trimestre, elevó la tasa de inflación interanual por encima de lo proyectado inicialmente, aumentando el punto de partida para los pronósticos tanto de corto como de mediano plazo.

 Al considerar los supuestos más probables sobre el comportamiento futuro de las variables macroeconómicas internas y externas, la inflación permanecería en niveles elevados en el primer semestre del 2022, debido fundamentalmente a la menor base de comparación. A partir del tercer trimestre, se prevé una moderación de la inflación.