Familias de San Pedro generan sus propios ingresos con apoyo de INBIO

Publicado en fecha 10-08-2020
Familias de 35 fincas se reúnen y destinan en conjunto un espacio de 230 hectáreas en Lima, departamento de San Pedro, para sembrar soja en la zafra que se aproxima, nos comenta Alejandro Colman, cooperador del Programa de Agricultura Sustentable con Biotecnología del Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO), cuya experiencia animó a esta comunidad a tomar esta iniciativa que pretende dejar de lado el sistema convencional de siembra, aplicando  prácticas sustentables y uso correcto de la biotecnología.

“Nosotros convertimos en una cadena de valores el maíz y la soja, que ahora sumamos. En nuestra comunidad hay mujeres emprendedoras que están teniendo gallinas, cerdo, vacas, entonces podemos decir que el maíz y la soja convertimos en huevo, carne, queso, leche. Ahora también iniciamos la producción de forraje a partir de soja, mezclamos los granos de soja y maíz y convertimos en alimento, y aunque no tenemos tantas vacas, cada familia tiene aproximadamente 2 o 3 lecheras, nos juntamos entre 50 familias y tenemos 150 lecheras”, dijo.

“Mi casa es como una escuela agrícola, la gente entra y sale para preguntar como hago para tener tan buena producción”, nos cuenta Colmán muy animado luego de terminar de cosechar su maíz en cultivo zafriña y que hoy le rinde más de 4 veces de lo que antes obtenía en la misma parcela, gracias al conocimiento adquirido en el programa y la permanente asistencia de los técnicos de INBIO.

“Más de 2 mil kilos por hectárea supera el rendimiento obtenido en comparación a lo que se sacó en otras parcela sin el tratamiento de suelo adecuado y sin uso de tecnología. Estimamos que el rendimiento alcanzado es de 3.800 kilos por hectárea, de los cuales casi 1.000 kilos de cada hectárea se robó”, informó el cooperador sampedrano.

Sin embargo, Colman sin perder el optimismo afirmó estar hoy “convencido, más que nunca, que hay que capacitar a los productores sobre el manejo de suelo, usar biotecnología, a manejar mejor los cultivos, enseñar a trabajar correctamente porque a veces por desesperación uno hace malas cosas, como el robo de mi producción”, dijo.

“Somos gente de trabajo, y además con la producción se genera más fuente de trabajo a los jóvenes inclusive, algunos por ejemplo están vendiendo bien sus productos y comienzan a progresar, hacen su casa de materiales y eso mueve otros sectores”, concluyó el productor.