Lo ideal sería elevar el número de test para COVID-19 y proceder a un aislamiento selectivo, es decir, los grupos de riesgo y de esa forma la pérdida económica llegaría como máximo a 500 millones de dólares por mes y no a más de 3.000 millones de dólares, que es el costo mensual en el caso de parar totalmente la economía, enfatizó.

“Es una disyuntiva, pues si se pretende aplanar la curva, se necesita aislamiento social, pero eso profundiza la recesión”, explicó. El exministro de Hacienda es partidario de que las actividades económicas funcionen, tomando los recaudos necesarios y con el aislamiento de las personas que se encuentran en la franja de riesgo.

Ferreira apuntó como  otra salida crear fondos para dar garantías a las empresas y que estas puedan seguir sosteniendo el empleo, pues el Estado solo no podrá. Sugiere un fondo de garantías para que las empresas puedan recibir financiamiento y ese fondo de garantía respaldado por el Estado, pues de esa manera el costo de la recuperación económica será menor.