Abdo y Cartes sellan acuerdo para recuperar la gobernabilidad

Publicado en fecha 06-08-2019
El presidente de la República Mario Abdo Benítez y el expresidente Horacio Cartes hicieron las pases entre el movimiento Colorado Añetete y Honor Colorado, para dejar atrás el escenario de crispación política y anarquía que se generó a partir de la salida a la luz pública la falta de acuerdo en la compra de energía de Itaipú desde la Ande.

Esto dará gobernabilidad al país y permitirá que los actores económicos puedan trabajar tranquilos en el segundo semestre del año, en que se espera tener un mayor dinamismo en la economía.

La escasa preparación diplomática del expresidente de la Ande, Pedro Ferreira hizo que saliera al debate público una negociación a la cual siempre se llegó a un acuerdo en los últimos 40 años. Obviamente al bajar al nivel de las redes sociales, un debate altamente técnico, se contaminó de intereses políticos sectarios y personales que causaron un daño irreparable.

Esto dejó al borde del juicio político al presidente Mario Abdo Benítez y al Vicepresidente de la República, Hugo Velázquez. A la negociación de la compra de energía de parte de la Ande a Itaipú se sumó la evidente incapacidad de comunicación del Gobierno y intenciones tramposas y extorsivas de una empresa vinculada al presidente del Brasil, Jair Bolsonaro, en el proceso de negociación.

Claramente, la firma brasileña atribuida a Bolsonaro aprovechó el proceso de negociación entre la Ande e Itaipú para obtener beneficios en la compra de energía para su distribución en Brasil, con la ventaja de tener información privilegiada.

Luego de que saliera a la luz pública la falta de capacidad de negociación de Pedro Ferreira, la intención oscura de Bolsonaro, la renuncia del presidente de la Ande, director de Itaipu, el canciller nacional, el embajador en el Brasil, entre otros, todo quedó en foja cero.

El acuerdo entre Cartes y Abdo dará tranquilidad para renegociar todo, lejos del fantasma del juicio político, pese a que continuarán los intentos de agitación de los sectores políticos minoritarios del país. Afortunadamente, todo quedó atrás y la población tiene las esperanzas de un mejor segundo semestre para la economía y el Gobierno la oportunidad de hacer mejor sus deberes y con mayor transparencia.