Becario paraguayo logra su primera publicación en Bioinformática en Estados Unidos de América

Publicado en fecha 02-07-2019
Diego Fernando Sánchez Martínez, ex becario de BECAL, es oriundo de la ciudad de Itauguá. Realizó sus estudios primarios hasta los primeros 3 años de la secundaria en una institución pública en su localidad. Posteriormente, continuó estudiando en el Colegio Técnico Nacional de la Capital, en la especialidad de electrónica, donde terminó sus estudios como mejor egresado de la institución en el año 2002.
 
Con mucho esfuerzo y sacrificio siguió la carrera de medicina en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA. Egresó de la misma en el año 2009, formando parte del cuadro de honor de su promoción. Posteriormente, continuó con la residencia y especialidad en Anatomía Patológica en la misma institución.
 
Maestría en Johns Hopkins University (JHU).
Siempre estuvo interesado en carreras como Agronomía, Ingeniería Electrónica, y Medicina.  Reconoce que pudo explorar dos campos: “Electrónica, durante mis estudios secundarios, y medicina, en la universidad. Ambos, me marcaron para elegir Bioinformática como intersección entre la ciencia y la técnica”.
 
Comenta además que, “en conversación con una de las investigadoras en campos transversales de la ciencia con quien sigo en colaboración para estudios y publicaciones, decidí que la Residencia y Especialización de Postgrado me impulsaba a profundizar la especialización médica en el campo de Anatomía Patológica, áreas puente entre las ciencias básicas y clínicas en medicina, además de ser lo suficientemente flexible para estar en contacto con otras ramas de la ciencia. Así inicié contacto con uno de los más renombrados investigadores del Paraguay, el Dr. Antonio Cubilla, quien sería mi mentor y me abriría las puertas para desarrollar investigaciones en su Instituto de Patología e Investigación (IPI), y posteriormente ir al exterior”.
 
“Gracias al profesor Cubilla, comencé a investigar y publicar en el área de patología del cáncer de pene, donde él es referencia mundial. En esa línea de investigación nos enfocamos principalmente en morfología y epidemiología, pero como es tendencia mundial gracias al desarrollo de nuevas tecnologías basadas en el estudio molecular de las enfermedades, el siguiente paso lógico era estudiar la biología molecular del mismo”, relató.
 
Agregó que, “una de esas tecnologías es la referida como - Next-generation sequencing technologies - que permiten el estudio del ADN y ARN en diversos niveles, teniendo en común la generación de una inmensa cantidad de datos que necesitan de métodos informáticos para su manejo y análisis. Es allí, entre otras áreas biológicas, que necesitan del análisis de la ingente cantidad de datos disponibles, que la Bioinformática encuentra el campo fértil para su desarrollo”.
 
El masterado en Bioinformática, debido a su carácter transdisciplinario, se desarrolla en la intersección de tres grandes escuelas de JHU, la escuela de Ciencias y Artes, la escuela de Ingeniería y la Escuela de Salud Pública.
 
La especialidad como tal se enfoca en comprender y dar sentido a los datos biológicos complejos, como los datos de secuenciación genómica, proteómica, transcriptómica y otras “ómicas”, utilizando software empaquetado de bioinformática y/o la realización de programas informáticos, según sea necesario. Debido a lo extenso de su campo de acción, el curso está organizado de manera que personas desde la vertiente biológica o computacional puedan sacar el mayor provecho del mismo.
 
Al respecto, puntualizó que durante el desarrollo del curso mantuvo una entrevista con el el co-director del Centro de Genómica Computacional que es parte del Sidney Kimmel Comprehensive Cancer Center de la Escuela de Medicina de JHU, un centro de vanguardia en investigación del cáncer desde las perspectivas de ciencias básicas, clínicas y la poblacional, dónde fue aceptado para realizar una pasantía como investigador.
 
“En dicho laboratorio me encuentro investigando señales transcriptómicas que influyen en el comportamiento clínico de diferentes tipos de cáncer, bajo la supervisión de MD, PhD Luigi Marchionni, desde noviembre de 2017. Fruto de esta colaboración, preparé una publicación científicacomo primer co-autor, como parte de una cooperación entre la Universidad y el instituto RIKEN de Japón. La misma trata del desarrollo en equipo de un Recurso Bioinformático (actualmente en pre-print: https://www.biorxiv.org/content/10.1101/659490v1) para el análisis de la expresión del ARN (transcriptoma) basado en repositorios de datos públicos (Sequence Read Archive), y el más completo atlas de ARN humano disponible (FANTOM-CAT atlas), incluyendo ARN no codificantes. Dicho recurso permitirá el análisis de expresión genómica a lo largo de más de 2.000 diferentes estudios y 70.000 muestras de tejidos”, manifestó nuestro entrevistado.

En dicho artículo, como estudio de caso, se comparó la expresión diferencial del ARN entre cáncer y tejido sano a través de 13 distintos órganos para buscar mecanismos comunes que estén ligados al desarrollo del cáncer y sobrevida del paciente. “En el mismo, exploramos algunos subtipos de ARN no codificante y encontramos nuevos ARN no descriptos previamente en la literatura. El trabajo realizado permitirá investigar el rol del ARN (sobre todo ARN no codificantes), en el transcriptoma humano evaluando sus niveles en estados normales y diversas enfermedades. Esta colaboración se encuentra en continuidad inclusive luego de mi regreso a Paraguay, desde donde como línea de investigación proseguiré con el análisis del transcriptoma humano en estados patológicos como parte del equipo de investigación de dicho centro”, señaló.
 
Diego Fernando, manifiesta que con esfuerzo y sacrificio  finalizó el Master in Science in Bioinformatics from the Krieger School of Arts and Sciences - Johns Hopkins University (JHU). Dicho máster se centra en la intersección de tres áreas del conocimiento: biología, estadística y ciencias de la computación. Su principal objetivo es el desarrollo y aplicación de técnicas de estudio enfocadas en la interpretación de datos biológicos, con un especial interés en el manejo de grandes cantidades de datos biológicos generados a través de las nuevas tecnologías disponibles.
 
 La ciudad de Baltimore y los EE.UU.
Sostiene que, “siempre es difícil dejar el lugar en el que uno fue criado para adentrarse en una aventura desconocida. Por suerte mi esposa Diana y mi pequeña hija Verónica, pudieron acompañarme a seguir mis sueños”.
 
La universidad JHU se encuentra centrada en el estado de Maryland, con sus mayores instalaciones, incluido su famoso hospital, en la ciudad de Baltimore. Allí Diego Fernando y su familia vivieron durante los casi dos años de estudio.
 
“La adaptación a un nuevo país, con otro idioma y costumbres fue difícil. Cada paso fue de aprendizaje para toda la familia. La interacción con otras personas, no sólo las del propio país al que uno va, sino todas las otras de diferentes nacionalidades que como uno vienen con un bagaje cultural, expande el pensamiento, disminuye las barreras, permite contrastar experiencias y delinear un futuro en el cuál uno puede darse la licencia de decir: Nosotros también somos capaces de hacerlo, nosotros también podemos mejorar y con ello mejorar el país”.
 
Acerca de la Becal.
“Considerar la posibilidad de ir a formarme en el exterior sin la presencia de la Becal, para mí resulta impensable. El costo de la educación en EE.UU. hacía prohibitiva inclusive aplicar a alguna de sus universidades para mí”.
 
“Gracias a la existencia de Becal toda una generación de estudiantes puede soñar en mejorar sus estudios y sus vidas yendo a formarse en los mejores centros educativos alrededor del mundo sin pensar en las limitaciones económicas. Creo que eso se hizo evidente durante la tercera convocatoria autogestionada, donde existió una explosión de aplicaciones para las becas, así como la mayor adjudicación de estas en la historia de la institución”.
 
Retorno al país con la misión cumplida y el título en mano
Finalmente, “regresar al país de origen es un evento que envuelve sentimientos encontrados. Por un lado, uno siente el contraste entre lo vivido que invita a seguir desarrollándose en el terreno fértil que uno pudo disfrutar, por el otro, el llamado del país en el que todo lo que uno puede dar por más mínimo que sea puede contribuir al desarrollo de la sociedad”, testimonió el destacado profesional médico.