Disminuyen proyecciones de crecimiento económico para Latinoamérica

Publicado en fecha 30-04-2019
El crecimiento económico está siendo débil en toda la región. En Brasil, se redujeron las proyecciones de crecimiento (a 1,3% en 2019 y 2,5% en 2020), en línea con los datos recientes más débiles de lo esperado, de acuerdo a lo publicado en el informe mensual que realizan expertos de Itaú.

En México, toda la incertidumbre relacionada con las políticas del nuevo gobierno y el debate en las relaciones con los EUA ejercieron una presión bajista sobre la inversión fija bruta, mientras que las exportaciones fueron menos dinámicas que anteriormente, en línea con una moderación de la economía de los EUA.

En ese sentido, se prevé que la economía de México se desacelere a 1,4% este año, es decir, un poco por debajo de las expectativas del mercado. Asimismo, para Chile también se redujo la proyección de crecimiento en 2020 (pero a un ritmo todavía robusto de 3,7%).

En Colombia y Perú, no se presentaron cambios hasta ahora en las previsiones de crecimiento, pero se menciona que los datos observados a principios de 2019 fueron también decepcionantes en ambos países. Finalmente, en Argentina vemos las primeras señales de que el nivel de producción se está estabilizando y la cosecha de soja en el 2T19 llevaría el crecimiento intertrimestral a niveles más sólidos (aunque la demanda interna seguiría siendo débil).

La lenta evolución de la actividad, combinada con una inflación moderada y la postura de política más flexible en los bancos centrales de los mercados desarrollados, le otorga un espacio adicional a la política monetaria. Dependiendo de los avances en la agenda de la reforma fiscal, ahora vemos recortes en las tasas de interés en Brasil.

Además, se prevé que las alzas en Chile y Colombia sean aplazadas. En México, continuamos esperando un ciclo de flexibilización a partir del 4T19, siempre que se disipen los riesgos que enfrenta la economía.

Sin embargo, en Argentina, la inflación continúa persistentemente elevada y las tasas de interés bajarían más gradualmente de lo que se esperaba, ya suponiendo un resultado favorable para el mercado en las elecciones presidenciales de este año.