Washington, DC. Al asumir la presidencia del Banco Mundial, David Malpass convocó a todo el equipo que integra al organismo y le habló de la urgencia que representa el reto de terminar con la pobreza.

Explicó que el crecimiento de la economía mundial no es suficiente como para sacar de la pobreza a la gente, y mientras más sólido y rápido se expanda el Producto Interno Bruto, más pronto se podrá compartir la prosperidad.

En un breve discurso comentó que se encuentra ansioso por comenzar a trabajar: “Necesitamos enfocarnos en la urgencia de la misión, que representa poner fin a la pobreza”. Ahí mismo, aprovechó para agradecer a la directora gerente, Kristalina Georgieva, por el liderazgo que mantuvo durante el interinato que cubrió por dos meses.

Por la tarde, la directora gerente del Banco Mundial inauguró el evento titulado “Innovaciones para abordar el problema de la violencia de género”. Es una especie de despedida de este liderazgo temporal que mantuvo en el organismo, donde claramente elevó el tema de equidad de género en la agenda multilateral.

En la inauguración, afirmó que la violencia de género es una pandemia que afecta a toda la sociedad, y para demostrarlo, explicó que una de cada cinco mujeres ha sufrido violencia física o sexual por parte de un conocido o de su pareja, en el último año.

Destacó que en los últimos cuatro años, investigadores de países de bajo y mediano ingresos han ayudado a millones de mujeres a vivir fuera de la violencia y las han impulsado a conseguir sus aspiraciones.

Reconoció y premió a 11 equipos de investigación de nueve países que desarrollaron proyectos para reducir la violencia de género ,entre ellos MexFam and International Planned Parenthood Federetation, donde se encuentra un mexicano, que examina el potencial de una educación sexual comprensiva, como pieza clave para prevenir la violencia entre los jóvenes de la Ciudad de México.