“Este no va a ser un año tendremos algunas dificultades con la cosecha, será un complicado, puesto que cuando no hay buena cosecha en Paraguay en general la economía se reciente en todos los ámbitos”.

Asimismo, aclaró que se dieron factores que influyeron desde el punto de vista productivo, sumándose los obstáculos comerciales y económicos que generan la caída de precios.

“Este problema no es nuevo, se viene arrastrando desde el 2015, pero se trata de paliar con productividad sostenida en niveles razonables para que funcione de manera eficiente el sistema de trabajo, y que el impacto es menor”, detalló.

El 2019 después de siete años, tendrá una merma en la producción, como consecuencia de los problemas en el desarrollo del cultivo. “El mismo arrancó bien con muchos días de lluvias pero pocas jornadas de sol que terminaron complicando el crecimiento de las plantas”, subrayó.

“La planta no creció correctamente en los primeros 45 días y en los segundos 45 días, sobre todo en la variedad de ciclo tempranero, empezamos a tener faltante de lluvia lo que ocasionó el aborto de flores, por lo que no cargó la cantidad de vaina de grano que tiene que tener un buen rendimiento y tendremos un rendimiento flojo”, mencionó.

Los números exactos se tendrán la próxima semana, pero se estima que con la merma en la producción ingresará al país menos cantidad de divisas y será un año de “apriete económico y financiero”.

Por otra parte, agregó que debido a la situación complicada, muchos de los productores ya están apuntando a resembrar para tratar de recuperarse de alguna manera.

“Hay dos variables que nos están golpeando, por un lado los precios y por el otro la producción, es por eso que hablamos de un año complicado que esperamos se pueda reducir lo más que se pueda las consecuencias negativas que el momento acarrea”, finalizó.