Paraguay cuenta con una cifra de desnutrición de 11,2% de la población, que supera a la media de 4,9% para la región, de acuerdo a un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO).

Esta situación se debe principalmente es la pobreza extrema que disminuye a un ritmo lento, a causa de malas políticas sociales del Gobierno, factores climático y condiciones como lluvias intensas y constantes o sequías prologadas que se deben a fenómenos como “El Niño” y “La Niña”.

En ese aspecto, desde la Oficina de la Primera Dama, en conjunto con la FAO, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) y otras instituciones gubernamentales llevarán a cabo acciones para mejorar la educación para las mujeres, de manera a que cuenten con las herramientas para una correcta nutrición para niños y jóvenes.

Asimismo, a principios de este mes se llevaron a cabo reuniones entre las entidades involucradas para otorgar microcréditos, de forma a que las comunidades rurales puedan acceder a huertas familiares, y combatir la pobreza a través de esa fuente propia de sustento.

La cooperación con la FAO es muy importante para el Paraguay, la experiencia con la que cuenta el organismo permitirá al país “ahorrar años y equivocaciones” y lograr acortar los tiempos para conseguir grandes cambios.

Por otra parte, Silvana Abdo detalló los cuatro ejes que la Oficina de la Primera Dama (OPD) desarrollará en los próximos 5 años, que son primera infancia, empoderamiento de la mujer, nutrición y atención a pueblos originarios.

Sobre los pueblos originarios, que presentan un mayor porcentaje de desnutrición, destacó que el objetivo es dignificarlos y que formen parte de la economía nacional a través de la promoción de su trabajo, la asistencia en la gestión para incluirlos en la cuestión alimentaria.