España mantendrá tasa de interés hasta mediados del 2019

Publicado en fecha 13-08-2018
El mercado de bonos ya no es lo que era para las empresas. En menos de nueve meses, el costo de financiamiento corporativo por la vía de la deuda cotizada se ha disparado 65% en Europa.

¿Se acabó la era del dinero a precios de saldo para las compañías españolas? Hay un lugar donde la respuesta es negativa y donde la previsión es que las condiciones sigan siendo más que favorables durante un año más como mínimo.

España es el país de los préstamos bancarios a grandes empresas. “Más que si van a repuntar (los costos), la pregunta es si pueden bajar mucho más, tras la senda de reducción observada en los últimos dos años”, recuerda Javier Sierra, responsable de NatWest en España.

“En la zona euro parece que no se prevén alzas significativas de tasas hasta el final de la primera mitad del 2019, por lo que la tasa base no debería subir, y en cuanto a los diferenciales de crédito, el mercado de préstamos no siempre reacciona a las mismas circunstancias que el de bonos y, de hacerlo, se mueve de manera más lenta que el de bonos, por lo que no creo que se vayan a producir repuntes significativos en breve”, añade el ejecutivo.

El desplome de las tasas de interés como reacción a la crisis financiera ha tenido una buena parte de la responsabilidad de la caída en picada de los costos de financiamiento y de la época de dinero barato que han vivido las empresas.

Pero no ha sido el único acicate. Las medidas, muy al margen de la ortodoxia financiera, lanzadas por los bancos centrales de medio mundo para resucitar las economías han llenado los bolsillos de los bancos de una liquidez que se han visto obligados a poner a trabajar para sacar rendimientos extras ante la caída de los márgenes de intereses.

El préstamo a las grandes empresas ha sido uno de los lugares donde la banca ha puesto sus ojos y eso ha disparado la rivalidad entre las entidades, con el consiguiente efecto para las compañías en forma de costos más bajos de los créditos.

Por mucho que la deuda cotizada haya comenzado a reflejar en sus precios un escenario de alza de las tasas de interés y de retirada de los estímulos monetarios, los bancos no lo están imitando ni está previsto que lo hagan a corto plazo.

Para sacar partido a la fortaleza bancaria “un factor importante es la liquidez y la fuerte competencia que hay. Los bancos han hecho esfuerzos para capitalizarse y ahora quieren sacar el máximo partido a su fortaleza. Financiar es una forma de hacerlo”, destaca Francisco Carmona, managing director de UniCredit.

Este ejecutivo descarta cualquier susto: “No va a haber un deterioro sustancial en las condiciones de financiación, porque seguirá habiendo mucha competencia entre los bancos, ya que el Banco Central Europeo va a seguir reinvirtiendo los vencimientos de los bonos que tiene, así que la política monetaria seguirá siendo acomodaticia, y porque los balances de las empresas están saneados y la economía española va bien. Éste es el escenario al menos para los próximos 12 meses”.

A eso se une que tampoco es que las empresas estén pidiendo dinero a manos llenas a los bancos y mucho menos en España, lo que hace que las ganas de prestar de los bancos se encuentren con una demanda relativamente escasa.

Esta circunstancia tampoco va a cambiar. “Los volúmenes en el mercado europeo han sido menores en el primer trimestre en comparación con el mismo periodo del 2017”, afirma Sierra.

“Las perspectivas, en este entorno de menor número de operaciones, como sucede en los mercados de capital, son de exceso de liquidez en el sector bancario, que se plasma en una mayor competencia por ganar mandatos. Esta situación, en general, beneficia a las empresas que deciden salir al mercado”, explica el directivo de Natwest.

Eso no quiere decir que el alza de las rentabilidades en el mercado de bonos no signifique nada; sólo que cada mercado tiene sus peculiaridades y sus tiempos.
Fuente: eleconomista.com.mx