La recuperación global sincronizada se intensifica

Publicado en fecha 26-02-2018
La recuperación global sincronizada se está intensificando y creemos que el reciente aumento de la volatilidad en los mercados desarrollados no descarrilará esta tendencia de aceleración del crecimiento. Si bien la normalización de la inflación (liderada por los EUA) implica mayores tasas de interés, es poco probable que esto suceda lo suficientemente rápido como para forzar a los bancos centrales a ahogar la recuperación global. En este sentido, la corrección observada en el mercado parece reflejar un ajuste del precio de los activos de los EUA a las tasas de interés más altas, ampliado por aspectos técnicos, en lugar de un reequilibrio causado por un cambio en la balanza de riesgos para la economía global.

Las perspectivas de un crecimiento global sincronizado favorecen un dólar más débil, principalmente con relación a las monedas de los países desarrollados, pero también con relación a la mayoría de los mercados emergentes. En América Latina, proyectamos ahora monedas más fuertes en comparación a nuestro escenario anterior en la mayoría de los países que analizamos. Siguiendo las tendencias mundiales, vemos en los datos recientes una recuperación más evidente de la actividad en la región. Esperamos que el crecimiento económico sea significativamente más alto este año en relación a 2017. El conjunto de América Latina parece estar cerca del final de un ciclo de flexibilización monetaria: la mayoría de los bancos centrales de la región recortó recientemente sus tasas de interés de política monetaria, otros parecen estar a punto de hacer lo mismo. En este contexto, México se destaca como una excepción.  Luego de una suba en las tasas de interés en la primera reunión del año, son posibles alzas adicionales (aunque no forma parte de nuestro escenario base). 

La influencia de un escenario favorable para los mercados emergentes también puede observarse en Brasil, donde el riesgo país disminuyó en los últimos meses, por lo que esperamos un real más apreciado (revisamos nuestra proyección para 2018 a 3,25 reales por dólar, desde 3,50). Una moneda relativamente más fuerte, unida a la perspectiva de un recargo menor de la factura de electricidad a fines de año, llevaría a una inflación más baja en 2018, en 3,5% (desde 3,8%). El banco central redujo su tasa de referencia en 25 puntos básicos en la primera reunión del año e indicó, con total claridad, salvo que haya sorpresas positivas en los datos o cambios en la balanza de riesgos, su intención de interrumpir el ciclo de flexibilización en la reunión de marzo.

Por lo tanto, revisamos nuestra proyección para el fin del ciclo de la tasa Selic desde 6,5% a 6,75%, un nivel que esperamos permanezca a lo largo del año. La lectura de la inflación del IPCA de enero, publicada poco después de la decisión del Copom, fue mucho menor de lo esperado, pero dada la declaración del Copom, una lectura débil no sería suficiente para alterar los planes de vuelo del comité. Dicho esto, será importante seguir las indicaciones que puedan aparecer en las próximas comunicaciones oficiales de la autoridad monetaria. En lo que respecta a la actividad económica, nuestra evaluación es que la recuperación sigue su curso sin sorpresas significativas, con datos ligeramente mejores de lo esperado en el margen. Finalmente, esperamos que las cuentas públicas presenten resultados algo mejores a corto plazo, pero seguimos resaltando que la recuperación sostenible del equilibrio fiscal depende de las reformas.