Las exportaciones del sector agropecuario brasileño sumaron 96,000 millones de dólares en el 2017, más de 44% de las ventas al exterior del país y el tercer mejor registro de su historia, informó martes el gobierno.

“Una vez más quedó demostrada la importancia del agronegocio para Brasil, lo importante que fue para sostener nuestra economía, las cuentas externas y las reservas internacionales que están en el Banco Central”, señaló el ministro de Agricultura brasileño, Blairo Maggi, en una rueda de prensa en Brasilia.

De acuerdo con el reporte anual presentado por el ministro, la mejora del saldo comercial obedeció a una recuperación de algunos precios en el mercado internacional y a un aumento de los volúmenes vendidos, gracias a que la cosecha agrícola fue la mayor de la historia, con 241,9 millones de toneladas. Las ventas de soja lideraron la generación de ingresos externos con 31.720 millones de dólares y una mejora interanual de 6.300 millones.

Las ventas de carne aumentaron en 1.260 millones de dólares y cerraron el año con 15.470 millones de dólares exportados, a pesar del escándalo que se registró en marzo pasado cuando se cerraron durante varias semanas los principales mercados del país, al revelarse que grandes exportadores habían sobornado a inspectores sanitarios para dar el visto bueno a productos en mal estado o con fecha de venta vencida.

La facturación del grupo azucarero (incluyendo la fabricación de etanol) creció 889 millones de dólares, a 12.230 millones de dólares, y la de productos forestales subió 1.300 millones de dólares, a 11.530 millones. Esos cuatro rubros representaron 73,8% del total exportado.

El mercado asiático fue el principal destino, con 44.170 millones de dólares exportados. China encabezó el ranking con una participación de 27,7% del total (+3,2%) y compras por 26,580 millones de dólares. Estados Unidos fue el segundo, con 6.720 millones y un crecimiento de 7,3 por ciento.

La balanza comercial de Brasil tuvo en el 2017 su mayor superávit de la historia, con 67,001 millones de dólares, un desempeño que se espera que se reduzca este año, entre otras razones, por una menor cosecha. El gigante latinoamericano salió el año pasado de una de las mayores recesiones de su historia, que produjo dos contracciones consecutivas de 3.5% de su PIB en el 2015 y el 2016.

El sector agropecuario fue determinante para dejar atrás la recesión en el primer trimestre.

La carne brasileña, que generó un escándalo de alcance mundial por la presencia de sustancias prohibidas, podría ingresar en Europa con aranceles cercanos a cero si madura el último acuerdo de libre comercio que gestiona la Unión Europea.

Esto supondría la entrada de los productos cárnicos, que fueron vetados por Rusia debido a la presencia de ractopamina, un fármaco usado para promover el crecimiento muscular de los animales.

Rusia ordenó la suspensión de la importación de carne brasileña a finales del 2017. La prohibición también se extendió a China, Chile, Hong Kong y México.

La estatal brasileña Petrobras anunció el martes que batió su récord de producción por cuarto año consecutivo en el 2017, con un promedio de 2,15 millones de barriles por día (bpd), registrando un aumento de 0,4% en comparación con el 2016.

Más de la mitad de esta producción, 1,29 millones de bpd, corresponde al presal —yacimientos submarinos a una profundidad de hasta 7 km bajo una capa espesa de sal—.

Esta producción de presal aumentó 26% en contraste con el 2016, en particular gracias a los campos de Lula, Lapa, Libra y Santos, explicó la estatal petrolera en un comunicado.

El grupo igualmente registró un nuevo récord de producción de gas natural, con un promedio de 79,6 millones de metros cúbicos por día, alcanzando un total de 2,65 millones de barriles equivalentes de petróleo, 0,9% más que el año previo.

En medio de un gigantesco escándalo de corrupción que sacudió a Brasil, Petrobras lanzó en el 2016 un programa de venta de activos para tratar de contrarrestar los años de grandes pérdidas.

El lunes, el grupo francés Total dijo haber pagado casi 2 millones a la compañía brasileña, que le ha transferido participación en las concesiones de dos campos de presal: 35% de Lapa —entró en producción en diciembre del 2016 y del cual Total se convirtió operador— y 22,5% de Iara.