Los precios del crudo subieron casi 1% el viernes ante una caída del dólar. La industria petrolera en Estados Unidos se preparó para el paso del huracán Harvey.

El impacto causado por Harvey, que dejó este domingo inundaciones catastróficas en el este de Texas y en Houston, la principal ciudad del estado, no tiene precedentes, según estimó el servicio meteorológico federal estadounidense.

“Este fenómeno no tiene precedentes y la totalidad de su impacto es aún desconocida”, escribió en Twitter el Servicio meteorológico nacional.

El dólar, la moneda en la cual se cotiza el petróleo, bajó después de que la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, no aludió a la política monetaria en su discurso en la reunión anual de banqueros centrales en Jackson Hole.

El crudo ligero de Estados Unidos, también conocido como West Texas Intermediate (WTI), cerró con alza de 44 centavos, o 0.93%, a 47,87 dólares el barril. El Brent, en tanto, subió 37 centavos, o 0.71%, a 52,41 dólares por barril.

Las refinerías en la costa del Golfo representan casi la mitad de la capacidad de refinación de Estados Unidos, por lo cual, si el huracán causa estragos, la refinación de crudo podría permanecer detenida más allá de este fin de semana, causando una acumulación de inventarios de crudo.

Pero más allá del potencial impacto de Harvey sobre la industria petrolera, aún hay una amplia oferta a nivel global pese a los esfuerzos de la OPEP por reducir su bombeo.

El cártel, junto con otros grandes exportadores como Rusia, acordó reducir su producción en 1.8 millones de barriles por día (bpd) entre enero de este año y el primer trimestre del 2018. Pero no todos los productores han cumplido sus compromisos y el suministro sigue siendo amplio.