Kimberly-Clark analiza la importancia de estar conectados entre padres e hijos

Publicado en fecha 23-08-2017
 Â¿Más calidad o cantidad de tiempo compartido con los hijos? 
La mayor parte de los paraguayos afirma estar total o bastante presente con la familia, pero casi la mitad cree que la calidad del tiempo que pasa con sus hijos no compensa la cantidad que necesita para estar más presente como padres. Además, la mitad de los encuestados vive con mayor culpa el no poder estar presentes con los más pequeños, un porcentaje que crece entre las mujeres.

Estos datos surgen de un estudio impulsado por Kimberly-Clark junto a la consultora Trendsity, que evidencia las tensiones de la vida moderna derivadas de las nuevas exigencias cotidianas. 

La investigación refleja también cambios en los mo¬delos de paternidad. De padres autoritarios a padres más permisivos y reflexivos. Para 4 de cada 10 paraguayos anteriormente existía una menor conexión emocional con los hijos. Sin embargo ahora la paternidad reflexiva acompaña el “no” con razones y fundamentos. Se trata de una paterni-dad entendida desde la escucha, la dedicación y la mayor conexión con los hijos. 

¿Calidad o cantidad’
Los nuevos tiempos traen aparejadas otras problemáticas, vinculadas principalmente a la calidad y cantidad del tiempo compartido con los hijos, y a la generación de un sentimiento de culpa que es transitado de dife¬rente forma según el género. Para las madres, la tensión se genera en virtud de la búsqueda de realización personal en varios ámbitos. La clave, según Maritchu Seitún está en hacerse responsable de las decisiones tomadas y comunicarlas: “Si tomo la decisión de trabajar cier¬ta cantidad de horas, me hago responsable de esa decisión. Lo mismo si la mamá decide ir a tomar un café con amigas o salir. Es aconsejable hablar con los hijos de eso, entender su enojo o su reproche, y que descubran que mamá vuelve más contenta y con más ganas de estar con ellos”. 

Por su parte, Seitún recomienda dedicar un tiempo de disponibilidad total y exclusiva con los hijos: “Es la capacidad de dejar el teléfono, la compu¬tadora y las actividades de lado y demostrar al hijo que es prioridad. No va a ser a ser todo el tiempo, pero sí con frecuencia. Puede ser todos los días 20 minutos o media hora, pero donde las acciones de los padres dejen claro a los hijos de esa prioridad. Sin ese rato de presencia diaria no le podemos decir que es más importante que todo lo demás, no se compensa con regalos o grandes salidas”. 

Sin embargo, la recompensa de esta presencia de los padres en la crianza sí se manifiesta a la hora de promover chicos más seguros de sí mis¬mos: “Estar presentes atendiendo y entendiendo lo que necesitan los hijos crea un vínculo de apego muy fuerte: con la presencia, padres e hijos se enriquecen mutuamente. Es determinante para generar chicos seguros de sí mismos” comenta Seitún. “La seguridad en su presencia y disponibilidad fortalece la salud y también les guía en el camino correcto, porque no se trata sólo de afecto, sino también de límites y diálogo. Esa presencia adulta, que es brújula y muestra su deseo de compartir con ellos, produce una armonía familiar que deviene en felicidad”.

La mayor presencia de los padres en la crianza genera, según los expertos consultados, un vínculo de apego muy fuerte, permitiendo generar chicos más seguros de sí mismos.  La forma que encuentran los paraguayos para estar más presentes es muy diversa: para 7 de cada 10 paraguayos, estar presentes es compartir rutinas y trasmitir valores. Estar atentos a las necesidades (52%), dedicar tiempo a escucharlos (51%) y poner y poner límites con claridad (44%) son algunas de las formas que formas que encuentran los paraguayos de estar más presentes en el momento de la crianza. 
En este contexto, la tecnología juega un papel importante pero ambiguo: si bien puede colaborar para poder estar más presentes en lo cotidiano, también es fuente de conflictos: en la crianza por ser una etapa donde la necesidad de presencia física y atención plena es mayor, puede ser una fuente de nuevas presiones y demandas. Compartir momentos de disfrute en familia aporta beneficiosas ventajas: mejora los vínculos afectivos, la autoestima, potencia el desarrollo global, fomenta el aprendizaje, ayuda a liberar el estrés y favorece la comunicación.

Sobre el estudio Viví Presente
Con el objetivo de indagar más en la temática, Kimberly-Clark realizó una investigación cuali y cuantitativa en la región sobre el significado de “vivir presente” junto a la consultora Trendsity y expertos en distintas disciplinas. ¿Qué es vivir presente? A lo largo de los años y según las geografías, el concepto ha ido evolucionando en función de cómo cada época y sociedad considera el valor que tiene el presente, el pasado y el futuro, y su relación con el tiempo en general. Los resultados del estudio muestran que en la actualidad, el concepto de “Vivir presente”, involucra acción y vínculos: estar presente en diferentes ámbitos, siempre partiendo del ámbito individual (el yo), para ponernos en conexión con el otro: entorno cercano (familiares, amigos) y comunidad en general. En este sentido, se reconoce que los paraguayos viven en una época donde se multiplican los roles donde son requeridos y deben “estar presentes”.
Metodología

La investigación fue realizada en 2017 con las opiniones de reconocidos expertos en diferentes disciplinas como las neurociencias/biología, la sociología, la psicología, la psiquiatría, la tecnología, la educación y el ámbito laboral a través de entrevistas en profundidad, para conocer su punto de vista sobre qué es y qué implica vivir presentes. Los expertos consultados fueron los siguientes: 

- Sergio Balardini: miembro del programa de Estudios sobre Juventud de la Universidad FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales). 
- Bernardo Toro: filósofo colombiano, magíster en Investigación y Tecnologías Educativas. 
- Diego Kerner, managing Partner Brandgym Latam. 
- Ariel Mempert, director de Clubes TED-ED. 
- Diego Golombek, doctor en biología. 
- Paula Molinari, presidente de Whalecom. 
- Claudio Plá, médico psiquiatra y psicoanalista. 
- Clara Pazos, directora de Human Camp. 
- Maritchu Seitún, licenciada en psicología.