En su reporte anual sobre la zona euro, el FMI precisó que la recuperación se afianza y se vuelve más amplia, por lo cual el impulso que ha tenido la demanda interna es gracias a los precios bajos de la energía, las políticas de apoyo, mercados de trabajo más fuertes y la recuperación del crecimiento del crédito.

“El fortalecimiento en la recuperación en la zona euro hace que éste sea un buen momento para avanzar con las reformas. Los hallazgos de las investigaciones recientes del FMI dan esperanzas, mostrando que las reformas tienden a tener un mayor impacto en los países con menores niveles iniciales de productividad. Por lo tanto, las reformas aumentan la productividad en los países que más lo necesitan, ayudando a restaurar la pérdida de competitividad y apoyan un crecimiento más rápido en los ingresos”, precisa el instituto.

Para el organismo, en materia de reformas hay dos que son prioridad: las relativas al mercado de productos, donde los países deberán mejorar el clima de negocios, las administraciones públicas y los regímenes de insolvencia, así como reducir las barreras de entrada transfronteriza en los sectores profesional y minorista.

“Los avances en la implementación del mercado único de servicios, energía, comercio digital y transporte aumentarían la competencia y permitirían a las empresas obtener economías de escala transfronterizas. Lo mismo sucedería con los ambiciosos acuerdos comerciales, acompañados de políticas de apoyo a la adaptación al comercio y para asegurar que los beneficios de éste se distribuyan de manera uniforme y amplia. Esto podría dar un impulso significativo a la producción en la zona”.

Asimismo, otra de las reformas prioridad sería la del mercado del trabajo, en donde explica que para reducir el desempleo y aumentar la participación en la fuerza laboral, las políticas deberían centrarse en reducir el impuesto sobre el trabajo, mejorar las políticas activas del mercado laboral y dar protección laboral para los contratos permanentes.

El FMI prevé que la zona euro crezca 1,9% este año y que la inflación se ubique en 1,6 por ciento. Para el 2018 augura una expansión modesta de 1,7% y una inflación en 1,5 por ciento. Entre los problemas que identifica se encuentran la alta deuda en algunos Estados, la falta de convergencia en los niveles de ingreso entre los países, y la necesidad de reducir los desequilibrios que se acumularon antes de la crisis financiera.

El organismo indicó en el reporte que augura que el Banco Central Europeo (BCE) siga manteniendo sus políticas acomodaticias y la postura fiscal sea ligeramente expansiva. Cabe recordar que en la última reunión del BCE la entidad apostó por mantener sin cambios su tasa de interés de referencia.

En línea con lo previsto por el FMI, los expertos en economía consultados por FocusEconomics aumentaron su estimación de crecimiento para la zona euro de 1,8 a 1,9% para este año, revela el reporte mensual de la consultora.

Los despachos consultados precisan que el pronóstico mejora debido a que los riesgos han bajado tras las elecciones presidenciales en Francia y a las buenas finanzas de Grecia, que podrá solventar los siguientes pagos de deuda. Al igual el FMI, espera que en el 2018 la región crezca 1,7 por ciento.

De acuerdo con el consenso, este año Irlanda será el país con mayor crecimiento, con 4,3%, seguido de Malta, con 4,0%, y Eslovenia, con 3,8 por ciento. En el otro extremo están Grecia, con 1,1%; Italia, con 1,2%, y Francia, con 1,5 por ciento.

En el FocusEconomics Consensus Forecast Euro Area, algunos analistas sospechan que un cambio de política monetaria por parte del BCE podría estar en puerta, debido a que la política ultralaxa que han mantenido ya no es necesaria ante el panorama positivo en el cual se encuentra la región.

Por lo anterior, los consultados esperan que la inflación se encuentre en 1,6% este año, mientras que para el 2018 baje a 1,5 por ciento.