Empresas rusas y chinas podrían tomar el control de PDVSA

Publicado en fecha 15-03-2017
Empresas rusas y chinas podrían tomar el control de Petróleos de Venezuela, en caso de que la estatal no logre cumplir con sus compromisos debido a la baja producción y bajo flujo de caja. Esa es la advertencia de Steve Hanke, economista y profesor de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos.

Hanke, quien dirige el Troubled Currencies Project, incluyó a Venezuela en la lista de países con hiperinflación y recientemente publicó un artículo en el que señala que la petrolera nacional es la peor empresa del sector en el mundo.

“Venezuela es un estado fallido. Es una sola compañía: PDVSA, y esa empresa está a punto de colapsar. Dependiendo de la naturaleza del colapso puede ser tomada en un año por los rusos o por los chinos. Aunque puede ser en menos tiempo. Si leemos los contratos con cuidado veremos cuánto control de grandes partes de PDVSA pueden tomar los rusos si no logra cumplir sus compromisos”, dijo en entrevista con El Estímulo vía Skype.

PDVSA tiene préstamos contratados con Rusia y China, firmados durante el gobierno del presidente Hugo Chávez y otros en el mandato de Nicolás Maduro. La estatal rusa Rosneft prestó 1,500 millones de dólares teniendo como garantía a la mitad de las acciones de Citgo, la filial venezolana en Estados Unidos. Además, más de 40,000 millones de dólares en créditos con China que se deben pagar en efectivo y con crudo.

Cálculos de la firma Kapital Consultores, indican que sólo por concepto de bonos, para el 2017, PDVSA prevé pagar 6,341 millones de dólares, de los cuales 63% corresponde a vencimientos (4,022 millones de dólares) y 37% restante (2,319 millones de dólares) a intereses.

“PDVSA tiene que corregir prácticamente todo porque desde el gobierno de Chávez, en especial tras el golpe de abril del 2002, se despidió a los profesionales y tienen ahora un déficit de personal competente. Quienes lideran actualmente son incompetentes que no saben cómo llevar una empresa petrolera”, afirma el economista.

Para Hanke, “el problema fundamental es la incompetencia del personal que la dirige” a lo que se agrega que, “como todo en Venezuela, está politizada, no es profesional”.

Sus modelos del mercado petrolero indican que este año el marcador West Texas Intermediate (WTI) estará en 70 dólares, mucho más alto de su cotización esta semana, lo que asegura beneficiará a PDVSA, pero no lo suficiente para paliar sus problemas de dirección y producción.

“PDVSA puede empeorar, se ha vuelto peor desde que Chávez llegó al poder. La compañía podía quebrar al no poder pagar sus deudas y facturas y el gobierno va a tener que rescatarla, pero tampoco tiene el dinero. Las posibilidades serán menores y los acreedores van a terminar tomando el control de la empresa”, estima el experto.

Otro de los problemas graves que observa en PDVSA es que “no está produciendo suficiente petróleo, porque no se hicieron las inversiones ni el mantenimiento. La gente tiene que darse cuenta de que las reservas más grandes de petróleo se están explotando tan lento que ese recurso pierde su valor”.

A la espera de otro Simón Bolívar
Hanke es un experto en dolarización. Procesos como los de Ecuador (2001) y Montenegro (1999) tienen su huella. Es la salida que aconseja para la inflación en Venezuela. “El presidente Rafael Caldera fue lo suficientemente inteligente para ver el problema del bolívar en 1995 por eso me llamó como asesor, pero no logró los suficientes votos para una reforma monetaria. Por supuesto, el problema empeoró con Chávez y ahora con Maduro”, asegura. “Quien adopte la dolarización en Venezuela será apreciado como un héroe nacional, a la par de Simón Bolívar, porque la inflación se detiene inmediatamente. Los políticos tienen que ser más disciplinados y tienen que dejar de robar el dinero”, sentencia.

En noviembre Venezuela ingresó a la lista que elabora Hanke de los episodios hiperinflacionarios en la historia del mundo. El segundo en este milenio y que aún no ha terminado. Los cálculos del economista, que actualiza a diario, indican que en la última semana la inflación anualizada está fluctuando entre 240% y 300%, mientras los precios se duplican cada 18 días más o menos.

Este ritmo ascendente de los precios se frenaría adoptando el dólar como moneda o instalando una junta monetaria que iguale al bolívar con la moneda estadounidense. Pero la dolarización “no es un problema técnico, es político”.

Hanke también es uno de los responsables del cálculo del Índice de Miseria que publica la revista The Economist y que Venezuela lideró en el 2016 por segundo año seguido. Pero es tajante al afirmar que esa racha se puede romper, “si se realiza una reforma monetaria. En un mes o tal vez menos”, Venezuela abandonaría ese vergonzoso cuadro de honor.

Esta nota fue publicada originalmente en El Estímulo de Venezuela.