Al observar la tasa de morosidad de los créditos bancarios al cierre del 2016, se puede apreciar que los préstamos desembolsados para el comercio minorista fueron los más difíciles de recuperar. La morosidad en este segmento cerró en 5,88%, conforme a los datos publicados por la Superintendencia de Bancos.

El comportamiento de la recuperación de los créditos estuvo muy vinculado al dinamismo observado en el sector, en el que se resalta que el consumo fue uno de los más afectados por la desaceleración económica durante el año anterior.

Igualmente, se observó una elevada tasa de morosidad en los créditos destinados al financiamiento de la construcción, pues llegó al 4,35%. Este tipo de créditos se destina al financiamiento de la construcción de infraestructura que no está destinada para la vivienda. Es decir, incluye la construcción de oficinas, depósitos, ampliaciones de construcciones en las empresas, entre otros.

En contrapartida, los sectores en los cuales se observa una menor tasa de morosidad de los créditos son los servicios, con un índice del 1,06% y la vivienda con una tasa de 1,83% de morosidad. En el cuadro se puede apreciar los detalles de la tasa de morosidad de los demás sectores.