Pero no se trata del único; según una encuesta conducida entre líderes empresariales del mundo, en la región hay riesgo de aumento del desempleo y del subempleo. Anticipan que pueden presentarse también crisis fiscales, una profunda inestabilidad social y un choque del precio del petróleo.

En su Reporte Anual sobre los Riesgos Globales, industriales entrevistados por el WEF destacan que estos cinco riesgos se cruzan con los cinco más temidos para las economías mundiales. La diferencia radica en el orden en el que se presentarían.

A nivel mundial, la falla de gobernabilidad también se encuentra entre los cinco riesgos, pero en el cuarto sitio. Antes podría aumentar el desempleo y subempleo, luego vendría un choque de precios por energéticos y crisis fiscales.

Los expertos que participarán en la reunión del WEF destacan que la combinación de inequidad económica y una polarización política han amplificado los riesgos globales, lo que ha fracturado las redes de solidaridad social en las que suele descansar la legitimidad de los sistemas económicos y políticos. Ahí, dividen los riesgos globales en función de los que tendrían un mayor impacto si se presentan.

En esta división encabeza la lista el manejo de armas de destrucción masiva, que junto con los ataques terroristas y conflictos internacionales ostenta los mayores riesgos geopolíticos que podrían presentarse en el transcurso de la década.

El segundo riesgo de mayor impacto tiene que ver con cambios climáticos extremos, que se liga a desastres naturales y fallas en las medidas de mitigación del cambio climático, también entre los 10 de mayor alcance. Y vuelven a alertar de crisis por agua, migraciones involuntarias de gran escala y crisis alimentarias.

En el análisis, identificaron el choque de precios de energéticos y la irrupción de una crisis fiscal en las economías de altos ingresos como los mayores riesgos de tipo económico, eventos que, de presentarse, tendrán un efecto sistémico en la década que está corriendo.

De acuerdo con la lectura del WEF sobre el reporte, persisten los residuos de riesgos significativos de la crisis mundial.

El WEF, tal como lo ha hecho la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y el Banco Mundial, advierte que la persistente inequidad, particularmente en el contexto de debilidad económica, está poniendo en riesgo la legitimidad del capitalismo de mercado.

Al mismo tiempo, enfatiza que se está profundizando la polarización de riesgos sociales y culturales acerca de decisiones impares obstruyendo los procesos tradicionales de cooperación y colaboración.

Por ello hace un llamado a redoblar esfuerzos para proteger y fortalecer los sistemas globales de colaboración: “Éste es un momento febril en el mundo. Si hay importantes retos, pero también oportunidades para trabajar juntos y encontrar nuevas soluciones a problemas comunes”.

El medio ambiente domina el panorama de los riesgos globales. Se refieren a una irrupción de fenómenos meteorológicos extremos, por ejemplo. Pero de tomar soluciones aisladas el impacto para revertirlos será menor.

En esta edición del WEF se repiten en el radar de riesgos tecnológicos el robo de información y la caída de sistemas cibernéticos, todos son vistos como asuntos críticos, eventos que impactarían en las operaciones financieras, económicas y administrativas de países y personas.